lunes, 23 de noviembre de 2009

Cámara estenopeica

















Una cámara estenopeica es una cámara fotográfica sin objetivo. La luz produce una imagen que pasa a través de un pequeño agujero. Para producir una imagen nítida es necesario que esta apertura sea muy pequeña, del orden de 0,5 mm (1/50 pulgadas). El obturador de la cámara normalmente consiste en un material que no permite el paso de luz con el que manualmente se tapa el agujero. El tiempo de exposición normalmente es mucho mayor al necesario con cámaras convencionales debido al tamaño de la apertura, pueden ir desde 5 segundos hasta más de una hora.

¿Como hacer una cámara estenopeica?

1) Pintamos el interior de la caja con pintura negra, para evitar que la luz penetre en nuestra cámara y rebote por los lados de la caja.
2) Recortar un cuadrado de 2×2 cmts en uno de los lados de la caja.
3) Tomar un pequeño trozo de papel aluminio y con el alfiler hacerle un pequeño orificio en el medio.
4) Pegar con la cinta adhesiva el papel aluminio a la parte recortada de la caja, dejando un pedazo de cinta sobre el agujero como tapa de la lente.
5) En el interior de la caja pegar firmemente el papel fotográfico al lado contrario de la parte recortada.

Luego de estos simples pasos tendrás tu propia cámara casera, para tomar una fotografía lo único que tenés que hacer es apuntar la parte de la caja con el papel aluminio y sacar la cinta adhesiva que cumplía el papel de la tapa para el lente y dejar quieta la caja durante unos 15 segundos, después sin permitir que al papel le llegue la luz, podés mandar a revelar las fotos. Es muy sencillo y divertido.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Caio Reisewitz

















Su fotografía enfoca hacia la evolución del paisaje a partir de la intervención humana a pesar de que el humano no está presente en ninguna de las fotografías,
La reforma agraria es según Reisewitz el cáncer que ataca y destruye la naturaleza Brasileña, sistemas de producción que no han evolucionado desde el siglo XVIII que perjudica tanto a pequeños agricultores como a la misma naturaleza.
Los espacios naturales, protagonistas indiscutidos, aparecen en todas sus facetas: de la vegetación boyante que invade el santuario colonial de San Pedro Claver en Cartagena de Indias (Colombia), a la floresta artificial del Palmengarten de Francfort; de la selva arrasada por las explotaciones ganaderas de la región de Aquidauana, a la naturaleza virgen, ajena a la interferencia humana, de Mamanguà en el litoral de São Paulo.
De los seres humanos, grandes ausentes de las imágenes de Reisewitz, quedan huellas inequívocas en la naturaleza herida y en las obras arquitectónicas: de las chabolas que el Movimiento de los Sem Terra construye en los latifundios, hasta las iglesias barrocas con las que los misioneros apabullaban a los indios, pasando por los edificios-símbolos de Oscar Niemeyer. El artista ha realizado otra serie sobre las iglesias barrocas y el patrimonio arquitectónico colonial amenazado por encargo de la UNESCO. Ha viajado a la Antártida para registrar el deshielo y allí inmortalizó toda la majestuosidad del entorno natural y su inevitable deterioro.
En las fotografías de Galicia, Caio Reisewitz se acerca todavía más a la condición romántica, a la búsqueda del lado oscuro de la naturaleza. Sus paisajes alejados de lo paradigmático y lo paradisíaco, como dice Rafael Argullol y cita David Barro: “la contemplación deja de ser meramente física para convertirse en contemplación abstracta, es decir, que permite percibir la imagen integral de la nostalgia romántica”, recuperando la suerte de lo sombrío, la confusión que el cielo densifica para ampliar nuestra imaginación de lo sublime.